¿Cómo se inicia tu carrera?
Yo comencé siendo muy chico, dos o tres años trepado a la batería en la cual no llegaba con los pies a los pedales, que en ese tiempo se llamaba el conjunto Splendid, ensayaban en donde yo vivía, mi papá era el baterista y mi abuelo era el dueño del grupo, tocaba el bandoneón. Desde los catorce años ya comencé a transitar por varias orquestas como La Banda de René, Los Crackers, Los Zopilotes cuando ya se despedían, banda Spring, en Los Preferidos también entre otras y al último terminé con Los Bingos, en donde conocí a Walter Olmos.
Nombraste a Walter, ¿qué recordás de esa época?
En el poco tiempo que estuve con él recuerdo lo más lindo, en los escenarios, en los ensayos, las grabadoras, los viajes. Recorrí el país y el exterior también, Uruguay, Paraguay, extraño y no me olvido nunca de eso.
¿Te sorprendió lo que pasó con Walter?
Me sorprendió muchísimo, no esperaba una cosa así menos yo, a esta hora no estaría en Catamarca si Walter estuviera vivo
¿Llegar al Luna Park fue lo máximo para vos?
Fue lo más maravilloso que me pasó en la vida artística y me gustaría conocer otros escenarios así al nivel del Luna.
¿Soñabas con vivir todo eso?
Sí, soñé, soñé y todavía me falta por vivir varias cosas que todavía tengo en mente.
¿Qué orquesta estás integrando ahora?
Hace como tres años estoy en Los Pandas Boy´s con una buena calidad de gente tanto en lo musical como en lo personal.
Es una orquesta de amigos y de buenos músicos por que si no fuese así yo no estaría, a mi me gusta no mucho lo musical sino el compañerismo, me gusta que se hagan las cosas bien en lo posible perfecto, nunca sale así pero me gusta que salga a la perfección.
¿Quéres que tus hijos sigan tus pasos?
Sí, tengo dos Micaela de once años y Matías de siete, la nena va a una academia de piano y coro y el varón está siguiendo todo lo que es percusión, por supuesto, yo soy el que le enseño.
¿Te vinieron a buscar de afuera para ir a tocar?
Tuve varias propuestas, una de esas fue Jean Carlos, La Banda de Carlitos también, junto a un compañero Juan López que tenía en Walter y Los Elegidos.
¿Qué otra actividad hacés Daniel?
Todo referente a lo musical, en este momento estoy enseñando a gente joven, adolescentes que quieren hacer música en el tema de la percusión, voy al domicilio de ellos, por ahí en mi casa también grabo toda clase de música en el estudio El Cerrito de Pepe Moreno, todo género y estilo que me piden los conjuntos.
También estoy en la banda de música de la Municipalidad de la Capital.
Si viene una banda de afuera a buscarte para tocar, ¿te vas?
Primero lo pensaría y vería de qué conjunto viene esa propuesta. Si me podría llegar a ir, todo está dentro de las posibilidades.
Un consejo para los chicos que se inician en la percusión.
Que le den para adelante nomás, es muy lindo y espero que tengan la suerte de conocer escenarios importantes, tanto en la Argentina como afuera como la que tuve yo.
Gracias Daniel.
Agradezco a Changa Changa esta oportunidad de haberme brindado para sintetizar un poco de lo que es mi carrera como músico.
Yo comencé siendo muy chico, dos o tres años trepado a la batería en la cual no llegaba con los pies a los pedales, que en ese tiempo se llamaba el conjunto Splendid, ensayaban en donde yo vivía, mi papá era el baterista y mi abuelo era el dueño del grupo, tocaba el bandoneón. Desde los catorce años ya comencé a transitar por varias orquestas como La Banda de René, Los Crackers, Los Zopilotes cuando ya se despedían, banda Spring, en Los Preferidos también entre otras y al último terminé con Los Bingos, en donde conocí a Walter Olmos.
Nombraste a Walter, ¿qué recordás de esa época?
En el poco tiempo que estuve con él recuerdo lo más lindo, en los escenarios, en los ensayos, las grabadoras, los viajes. Recorrí el país y el exterior también, Uruguay, Paraguay, extraño y no me olvido nunca de eso.
¿Te sorprendió lo que pasó con Walter?
Me sorprendió muchísimo, no esperaba una cosa así menos yo, a esta hora no estaría en Catamarca si Walter estuviera vivo
¿Llegar al Luna Park fue lo máximo para vos?
Fue lo más maravilloso que me pasó en la vida artística y me gustaría conocer otros escenarios así al nivel del Luna.
¿Soñabas con vivir todo eso?
Sí, soñé, soñé y todavía me falta por vivir varias cosas que todavía tengo en mente.
¿Qué orquesta estás integrando ahora?
Hace como tres años estoy en Los Pandas Boy´s con una buena calidad de gente tanto en lo musical como en lo personal.
Es una orquesta de amigos y de buenos músicos por que si no fuese así yo no estaría, a mi me gusta no mucho lo musical sino el compañerismo, me gusta que se hagan las cosas bien en lo posible perfecto, nunca sale así pero me gusta que salga a la perfección.
¿Quéres que tus hijos sigan tus pasos?
Sí, tengo dos Micaela de once años y Matías de siete, la nena va a una academia de piano y coro y el varón está siguiendo todo lo que es percusión, por supuesto, yo soy el que le enseño.
¿Te vinieron a buscar de afuera para ir a tocar?
Tuve varias propuestas, una de esas fue Jean Carlos, La Banda de Carlitos también, junto a un compañero Juan López que tenía en Walter y Los Elegidos.
¿Qué otra actividad hacés Daniel?
Todo referente a lo musical, en este momento estoy enseñando a gente joven, adolescentes que quieren hacer música en el tema de la percusión, voy al domicilio de ellos, por ahí en mi casa también grabo toda clase de música en el estudio El Cerrito de Pepe Moreno, todo género y estilo que me piden los conjuntos.
También estoy en la banda de música de la Municipalidad de la Capital.
Si viene una banda de afuera a buscarte para tocar, ¿te vas?
Primero lo pensaría y vería de qué conjunto viene esa propuesta. Si me podría llegar a ir, todo está dentro de las posibilidades.
Un consejo para los chicos que se inician en la percusión.
Que le den para adelante nomás, es muy lindo y espero que tengan la suerte de conocer escenarios importantes, tanto en la Argentina como afuera como la que tuve yo.
Gracias Daniel.
Agradezco a Changa Changa esta oportunidad de haberme brindado para sintetizar un poco de lo que es mi carrera como músico.
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